viernes, 5 de septiembre de 2014

Capítulo 7

    -¿Tú como sabes lo del sueño?- Lucía no dejaba de mirar a Alessandro.
    -¿Osea que es verdad?- Sonreía como sorprendido- Fernanda me dijo que ha estado escuchando mi nombre todo el tiempo que ella ha estado aquí mientras dormías. Dijo que es una coincidencia que conociera a un chico con el mismo nombre. Dice que escuchó que gemías un día cuando ella te despertó.- Alessandro se arrodilló frente a Lucía.-Eres tan dulce, lástima que ya no lo serás tanto después de lo que te haga.
    -Tú no me harás nada. Ya no estoy sola. Sabes que él me protegerá.- Lucía lo miraba con ira. 

Después de aquella confesión se sentía mareada.
Alessandro miró sus piernas y sonrió, alzó su vista y miró los senos de Lucía.
    
    -Me encantan. Podría estar mirándolos todo el día-puso su dedo en uno de ellos y presionó. Su dedo se hundió un poco. Lucía lo miró y entreabrió un poco los labios. Lo miraba fijamente mientras él jugaba con ellas.
    -Alessandro, por favor, ya no me toques. Ya es suficiente. – Lucía retrocedió. Alessandro se quedó con el dedo estirado y la miró.
    -No te alejes de mi-Alessandro se acercó a ella nuevamente.

Lucía cerró los ojos, cuando escuchó los tacos de Fernanda en el pasadizo. Abrió los ojos y vio que Alessandro estaba sentado nuevamente en el sillón.
    
    -¿Qué haces en el piso?-Fernanda miraba a Lucía y buscaba su llave en el bolso.
    -Se me cayó un arete- no quería tener más problemas con ninguno de los  dos. Miró a Alessandro y el ocultaba su sonrisa con el puño. Cobarde.
    -¿Vamos Ale?-Fernanda le sonrió y estiró su mano para cogerla.
    -Vamos.- Dejó con la mano extendida a Fernanda y ayudó a levantarse a Lucía. Cuando se vieron a los ojos, Fernanda jaló a Alessandro y se despidió de ella.
    -No hagas nada que yo no haría, o mejor sí, porque ésta noche haré mucho- dijo  ella, Alessandro sonrió y se fue con Fernanda.

Lucía cubrió sus ojos y sintió la necesidad de llorar. Pero no lo hizo.
Se levantó, sacudió su cabello y se fue al cuarto, llamó a Javier:
   
    -Hola hermosa ¿Qué pasó?-Dijo Javier al otro lado del auricular.
    -Hola-Lucía cerró los ojos. No estaba segura de lo que hacía, pero estaba furiosa- ¿estás en tu casa?
    -Si, estoy avanzando la tarea de encajes. Oye, la verdad es que no sé porque estudio esto. ¿No me hace gay, verdad?
    -Te hace más atractivo a las mujeres-Sonrió- ¿Puedo quedarme…mmm… puedo ir a tu casa…y ….?
    -¿Qué es lo que pasa? ¿Qué es lo que me quieres decir?-Lucía escuchaba que Javier pasaba las hojas del libro.
    -lo que te quiero decir Javier, es que, estoy sola en casa, y sé que es tarde para vernos, pero me gustaría verte ésta noche, iría a tu casa claro.
Javier se quedó callado, solo se escuchaba su respiración, y eso inquietaba a Lucía.
    -Javier si no puedes…-comenzó a decir ella.
    -Ven en una hora. Te espero.-Dijo Javier.
    -Ok. Entonces nos vemos.-Dijo Lucía y colgó.

Se metió a la ducha y pensó que estaba siendo muy apresurada con respecto a Javier. Ella sabía que en el fondo él querría más cosas…intimas y ella aun no se sentía preparada, o al menos, necesitaba más tiempo para asimilar la idea. Pero ya lo había llamado. Ya habían quedado verse en su casa.




Al llegar a su casa,  se quedó dentro del carro mirando por la ventana.
Frotaba sus ojos, como siempre hacia cuando no se sentía segura. Pero, no tenia que pasar algo, pensó Lucía. Solo estoy visitando al chico q me gusta a las 9 pm. No es tan tarde.
Respiró hondo y salió del carro. Fue caminando a la casa y tocó el timbre. Al poco tiempo abrió Javier.
    -Hola-dijo Lucia mientras hacia el saludo con la mano.
    -Hola Preciosa- Javier se acercó a ella y le dio un pequeño beso en los labios.-Como me encanta hacerlo de verdad y no solo en mis pensamientos.- Rascó su nuca como avergonzado e hizo pasar a Lucía.
Lucía soltó su cabello y Javier la abrazó por atrás.
    -Tu cabello huele muy bien.- y le desabrochaba la blusa.
Oh no.
       -Javier, ¿Qué es lo que estás haciendo?- volteó y lo miró.

    -Nada, solo desabotono uno de tus botones para que te veas más sexy.-Javier se alejó de ella.-¿Por qué has venido? ¿Pasa algo en casa?.


Lucía jugó con sus dedos y pensó en Alessandro y Fernanda y lo que debían estar haciendo: Besándose, tocándose el uno al otro, Alessandro tocando con sus dedos los senos de ella. Frunció los labios y miró los ojos marrones claros de Javier. Se acercó a él y lo besó.


Javier recibió el beso sorprendido, pero inmediatamente le correspondió. Cogió su cintura acercándolo a él. Lucía rodeó con sus brazos, haciendo que Javier se agache más. Él bajó sus manos hacia su trasero y lo apretó. Lucía gimió sin querer muy levemente. Javier gruñó muy bajo y dejó de besarla. Aún tenía sus manos en su trasero y la miraba muy de cerca. Lucía tenía cerrado los ojos y puso sus manos en su cara, lo miró y lo beso nuevamente.


Javier hizo que caminaran hacia su cuarto mientras se besaban.

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