sábado, 13 de septiembre de 2014

Capítulo 8

Mientras Lucía besaba a Javier su cabeza no dejaba de pensar en Alessandro. Eso hizo que lo besara con más ganas. Él le correspondió y cogió fuertemente su trasero apoyándolo contra una de las paredes del pasadizo. Esto hizo que Lucía se sintiera rara. Lo seguía besando y Javier se detuvo, la miró y rodeó su cuello con la mano.
Ambos se miraban y respiraban agitadamente. El tocó los labios de ella y se apegó a su cuerpo.
    -¿estás bien? Dejó su cuello y lo comenzó a besar.
    -si estoy bien- sintió sus labios en su cuello y cerró los ojos. Le agradaba mucho e instantáneamente comenzó a acariciarlo.
Javier gimió muy bajo y mordió suavemente los labios de Lucía. Ella lo miró a los ojos y se encurvó levemente. Sintió a Javier y sintió su erección.
Ella cerró los ojos y trató de no pensar. Trató de seguir sus instintos. Quería dejar de seguir virgen y que mejor que con un chico que la quería de verdad.
Javier la volteó y la apretó contra la pared. Lucía sintió nuevamente a Javier, pero esta vez en el trasero. Eso La encendió más.
    -Lucía, me encantas. Me encanta ésto- tocó el final de su espalda - tan quebrada. También me encanta ésto - tocó su trasero y lo apretó. Luego puso sus manos en sus pechos y los apretó - y estoy loco por ver ésto.
Lucía seguía con los ojos cerrados y se sentía con calor. Mucho calor. Calor detrás de su cuello y en sus rodillas, calor en las orejas y en el cuero cabelludo. Calor donde nunca antes había sentido calor. Y le gustaba el calor.
Javier la volteó nuevamente y vio a Lucía con las mejillas ligeramente rosas. Puso sus dedos en una de ellas y ella abrió los ojos. Lo miró y agachó la mirada. Javier le dio un beso en la frente y con los labios ahí le dijo:
    -yo siento que si hacemos algo ésta noche lo disfrutaremos pero te alejarás de mi mañana. Y no podré soportarlo. Me siento demasiado bien contigo. Si lo que necesitamos es tiempo, pues podemos esperar ¿no crees?
    -sé que eres el correcto - dijo Lucía - pero siento que necesitamos más que. ... pasión. Necesito amor.
    -lo sé. Y yo te esperaré - Javier sonrió ampliamente - no sabía que eras.... virgen.
    -ahora lo sabes - Lucía se tapó los ojos -perdón. Sé que tienes ganas y yo también. Dame tiempo ¿si?
    -yo quiero si tu quieres - Javier la besó y bajó suavemente  su mano en su pecho, tocándolo suavemente - perdón.
     -creo que seria ilógico que ya no me toques cuando ya me  has tocado bastante       - Lucía se acercó a él - he descubierto algo.
     -¿así? ¿ y que es? - y acarició su cabello.
     - Me gusta lo rudo - y al decirlo se puso roja.
Javier sonrió levemente. Levantó su cara y la besó.
    -No fui rudo. No me gusta lo rudo. Solo, quise ser hacer algo sexy.
    -ohhh. - Lucía se quedó pensando en Alessandro. Y en su sueño. Lo que había hecho más o menos 3 horas.
Javier le dio un casto beso en los labios, cogió su mano y la llevó a su habitación.
    -puedes quedarte a dormir, te aseguro que no pasará nada. Sólo quiero pasar la noche contigo nuevamente. - y acarició su cabello.
Ella sonrió y se sentía feliz con Javier.
-gracias. Eres el mejor novio que alguien podría desear.
Javier se le quedó mirando.
    -¿novio?
    -¿no quieres?
    -si quiero - y la abrazó.
Mientras Javier le hacía un tour en su cuarto, que no era nada pequeño, sintió vibrar su celular en el bolsillo de sus jeans. Lo ignoró.
Javier le mostró desde su computadora más actual hasta su cama King. Siempre olvidaba que Javier tenía dinero. Y vivía con su hermano mayor. Pero él casi nunca estaba en casa porque viajaba por negocios, así que prácticamente vivía sólo.
Lucía se sentó en la cama y sacó su celular y lo puso en el velador.
Ambos hicieron la tarea de Javier en la cama, y cortaron retazos de telas para el proyecto que Javier tenía.
Pasaron dos horas cuando ambos decidieron dormir. Javier se echó y tapó a Lucía. A los pocos minutos, el dormía y roncaba ligeramente.
Lucía cogió su celular y vio que tenia un mensaje.
"HEMOS REGRESADO A TU CASA Y NO ESTABAS. HE REGRESADO NUEVAMENTE, ENTRÉ POR TU VENTANA Y TAMPOCO ESTABA. ¿DONDE MIERDA ESTÁS? . ALESSANDRO"
Lucía cerró los ojos ¿que se cree para entrar a mi cuarto. Respondió al número.
"ESTOY CON JAVIER, MI NOVIO, Y ESTOY DURMIENDO CON ÉL. Y NO SÉ QUE HACES TU EN MI CUARTO. ESTOY FURIOSA. QUIERO DORMIR. A SI QUE POR FAVOR DEJA DE MOLESTAR. LUCÍA"
Miró el celular hasta que se bloqueó y al instante Alessandro la estaba llamando.
Lucía contestó a la quinta vez. Antes de eso, fue a la sala.
    -¿si? - dijo Lucía.
    -como te encanta provocarme ¿verdad? - dijo Alessandro. - sal de esa casa ahora y vente para acá. Te estoy esperando.
    - no iré. Déjame en paz. - y le colgó.
Alessandro volvió a llamarla y ella ya no contestó.
Se acomodó junto a Javier y él la abrazó. Mientras ella estaba cogiendo el sueño, sintió vibrar su celular.
"GRAN ERROR. TE ARREPENTIRÁS DE ÉSTO"
 
Hizo una mueca y cerró los ojos.
Ya no pudo dormir.

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