Capítulo 13

Javier y Lucía se miraron y luego volvieron a ver la escena.

Fernanda comenzó a reírse y Alessandro se levantó del suelo.

La escena era un poco incómoda. Alessandro tenía amarrada desde lo alto del techo a Fernanda de los brazos y desnuda.

Ella siempre colgaba cosas como parte de su carrera y por inspiración. Tenia adornos de luces en forma de mariposas que colgaban en medio de su cuarto y lo hacía lucir demasiado chic para el gusto de Lucía.

Ahora su cuarto lucía como un cuarto de torturas, rodeado de velas y con incienso demasiado intenso que hacía el cuarto estuviera lleno de humo.

Fernanda tenía las manos atadas desde el gancho donde estaban las luces, y con el polo levantado y los pantalones abajo.

Lucía se retiró del cuarto arrastrando las sábanas, dándole una ultima mirada a Alessandro, que no había dejado de verla de arriba a abajo desde que se levantó del suelo.

Lucía escuchó que Javier les decía algo y cerró la puerta de la habitación. Luego regresó al cuarto y cerró la puerta detras de él.

Lucía de sentó en la cama; cruzó sus piernas y comenzó a sobar su frente.

    -vaya par de locos - dijo Javier y se sentó a su lado. - no sé que tipo de  juegos son esos. Pero definitivamente jamás lo haría.

Lucía lo miró. Luego comenzó a echarse en la cama mientras no dejaba de pensar en Alessandro tocando a Fernanda. Y de esa forma, tan... erótica.

Javier se echó a su lado y comenzó a besarle el cuello. puso sus manos en su pecho mientras se acerca a sus senos. Apretó suavemente el seno izquierdo mientras le quitaba lentamente la sábana.

Lucía cerró los ojos y comenzó a acariciar la nuca de Javier. Jaló levemente su cabello y gimió mientras Javier la besó.
Pero Lucía no dejaba de pensar en Alessandro. Recordó cuando lo conoció en esa oficina,cuando tocó su hombro, cuando la besó en la cocina y la tocó por primera vez, cuando la sometió en el piso, en el cuarto y nuevamente en la puerta de su departamento. Eso alteró su cuerpo y la llevó a un nivel que no había experimentado antes.

Besó a Javier con fuerza,jalandolo hacia ella. Él no perdió el tiempo y rápidamente se quitó el bóxer y cogio un condón que estaba en el bolsillo de sus jeans. Mientras la miraba, se ponía el preservativo. La besó y se puso nuevamente encima de ella abriendo las sábanas que cubría sus piernas.
La miró mientras nuevamente la penetraba.
Lucía gimió e hizo una mueca de dolor, él se quedó quieto mientras le besaba el cuello y lo chupaba suavemente.

Comenzó a moverse mientras Lucía sentía como su sexo aceptaba lentamente a Javier.

Estuvieron un rato así, solo escuchando sus respiraciones agitadas y el movimiento de la cama.
Javier comenzó a hacer los movimientos más intensos, haciendo que Lucía gima y rodee sus piernas alrededor de su cintura.
Javier la besaba mientras Lucía pensaba en Alessandro.

A la mañana siguiente, Lucía se removió en su cama y se sintió adolorida. Abrió los ojos y la luz solar entraba por su ventana, haciéndole cerrar los ojos nuevamente.
Se dio la vuelta,sintiéndose pesada, y se acurrucó al lado de Javier, que estaba mirando hacia el techo y roncaba suavemente.

Lucía abrió nuevamente los ojos y vio el condón amarrado en su velador. Eso hizo que sonriera y se pusiera roja.
Anoche fue espectacular, pensó, mientras olía el torso de Javier.

Lo miró y sonrió nuevamente, pero rápidamente se puso incómoda, recordando porque se sentía tan satisfecha.

Alessandro.

Se puso de pie rápidamente, arrepintiendose casi de inmediato. Se sintió mareada y adolorida. Al reponerse se puso la bata en su cuerpo desnudo.

Se dirigió a la cocina, mientras se daba cuenta que su casa aún seguía inundada de olor a incienso.
Tomó un vaso de agua con abundante de hielo.
Al secarse la boca, dio media vuelta para regresar con su novio, y Alessandro estaba mirándola desde la puerta de la cocina.

    -tengo que regresar con mi novio.
    -estuviste con él anoche.
    -¿y eso que te importa a ti?
    -me importa más de lo que crees.- y se acercó a ella.- no dejo de pensar en ti Lucía, estas metida en mi cabeza- decía mientras señalaba su cabeza. - me encanta como hueles, y la forma en que miras las cosas, como si todo fuera dulce. Te he estado viendo todo este tiempo, y estoy obsesionado contigo - apartó un mechón de la cara de ella - y ahora eres de él.

Y su mirada cambió. Se puso más oscura de lo que era. Eso hizo que Lucía se sobresalte. Alessandro se acercó y la besó fuertemente.
Lucía lo empujó, haciendo que el la  coja fuertemente.
Ella no pudo más y lo rodeó con sus brazos.

Y Alessandro comenzó a desamarrar su bata.